lunes, 3 de enero de 2011

Día 157: 2011, lo que se empieza en América, se acaba en España.

Tardé tiempo. Tardé tiempo en decidir si escribir esto durante el viaje o simplemente reducirlo solo a una entrada. "Los Ángeles", pensaba. Demasiado que contar. Y en realidad, no me equivocada. Supongo que por mucho que intente recordar todo, no lo conseguiré. Como comprenderás no te voy a escribir un diario a lo Ana Frank contándote que el día 26 llegué a LAX airport, que el 31 lo pasé en Disneyland y que el 3 regresé a las tierras seattlelenses. El propósito de esto es entretenerme, y entretenerte; y creo que tengo muchas más cosas interesantes que contar que esas. Empezaré al reves, boca a bajo, como todas estas montañas rusas que he pisado estos últimos días. Lo de las campanadas, es pura tradición española, por aquí.. bien piensan que es interesante y/o ridículo; y eso lo he dado a suponer por las caras de la gente. Estábamos cenando a eso de las seis de la tarde, el menú no traia más que hamburguesas y sándwiches; ya sábes, esto es Estados Unidos. De acompañamiento podías elegir patatas fritas o fruta. Y cómo aún no había encontrado uvas y quedaban seis horas para medianoche, se me ocurrió preguntarle si tenían uvas. Me dijo que sin ningún problema. "Asegúrate de que le pongan 12" saltó mi madre americana. Claro, la pobre chica se quedó un poco frustrada, pero asintió. Lo gracioso fue ver como le acabó contando la historia de la tradición española. El caso, que las horas pasaron entre Disney y California Adventure.. entre Space Mountain y California Screamin. Mis doce uvas de la suerte en una bolsita, y mis gritos en las montañas rusas no eran los usuales, no. Lo único que se escuchaba era "my grapes, my grapes, hold my grapes!!!!". Aún hoy nos seguimos riendo. Fuimos al hotel, y a eso de las once volvimos a Disney para ver los fuegos de las 00:00. La interesante parte de la historia viene ahora. Resulta que al llegar a Disney me di cuenta de que me había olvidado las uvas en el hotel. Sí, parece ser que mi cabeza de chorlito no me abandona. Me recorrí la larga y conocida calle de Disneyland, esa que parece de cuento, tienda por tienda, buscando comida. Pero no era exactamente fruta lo que podía encontrar. De repente, pasó lo inesperado. Un pequeño puesto de fruta estaba escondido en una esquina. Y un pequeño paquete de uvas frescas se escondía entre el resto de la fruta. Esto se llama suerte y lo demás son tonterías. Claro, eso no quedó ahí. No tenía ni un solo dolar. Mi madre sacó la tarjeta y por alguna razón desconocida, no funcionaba. Solo me podía estar pasando a mí, claramente. Lo mejor es que un chico californiano de esos de 25 años de edad aparece detrás mía y me dice: ¿tienes algún problema con el dinero?, y mientras me da un billete de 5 dólares me dice "tómatelo como un regalo, venga, que es año nuevo". Y desapareció entre la multitud. Yo no sé quién se quedó más petrificada, si yo o la señorita del puesto. El caso es que conseguí mis uvas y me las tomé en los últimos segundos del año mientras me grababan. Y así empecé mi nuevo 2011, después de tener un trenta y uno de diciembre con unas pocas de lágrimas en los ojos y pensando qué cojones hacía yo en América. El caso es que este viaje dio para mucho más que marcarme propósitos del nuevo año. Hannah y yo hemos decidido que crearemos algo que nos va a hacer ricas. Porque vamos a vivir en Beverly Hills, lo tenemos claro. Vamos a tener en nuestra posesión alguna de esas casas que hemos visto por los vecindarios más ricos de todo Hollywood y Malibú. Casas como las de Michael Jackson, Jennifer Aniston, Madonna o Tom Cruise. También nos hemos planteado que algún día llegaremos a estudiar en la Pepperdine University. Una universidad privada muy cerca de las playas de Malibú en la que se grabó la serie Zoey 101, en esta conocida universidad que se hace pasar por PCA en la serie. Supongo que los sueños seguirán creciendo, pero mientras.. otros se van haciendo realidad. Caminar por el paseo de la fama en Hollywood y ver todas las estrellas de cantantes y actores en los suelos era una de esas cosas que pensé que nunca haría en mi vida. Recorrerme los verdaderos Warner Brothers Studios en una visita VIP tampoco estaba dentro de mis planes. La verdad es que ver cómo se graba Las Chicas Gilmore o Pretty Little Liars, estar en la misma cafetería de la serie Friends o que te cuenten cómo rodaron partes de películas como Indiana Jones o Inception fue como estar soñando también. Y que si a todo esto le sumas que te cuenten pequeños secretos de Gossip Girl.. ya no sé que más se puede pedir. Lo que nunca pensé fue que buscando la casa de Madonna por las inclinadas colinas de Hollywood acabaría encontrando las propias letras que forman la palabra Hollywood, la verdad es que Madonna podría tener buenas vistas desde su cocina. Pasando a otra cosa, quién me diría a mí que me tomaría un Starbucks en Beverly Hills, en pleno Rodeo Drive, haciéndome pasar por una chica con nombre Claire. También he de decirte que los protagonistas de la serie Drake&Josh de Nickelodeon estaban en mi mismo hotel Hilton en Beverly. Creo que esto está siendo como una bomba de ideas, las líneas casi se están escribiendo solas. Los días en Disneyland y California Adventure, son, como las películas Disney dicen, un cuento de hadas. Y subirme 2, 3 o 7 veces a las mismas atracciones lo han definido. Aunque recuerdo que mi ilusión era bastante más grande cuando, con 11 años, fui a Disneyland Paris. Y hablando de parque de atracciones, también fui a uno llamado Knottsberry Farm. Es el primer parque temático abierto en los Estados Unidos, y me llevaron engañada pensando que íbamos a la granja más famosa de California. No.. si cuando te dije que tenía historias para dar y tomar no estaba mintiendo. Ya sabes que los europeos pensamos en EEUU como New York, Chicago y San Francisco. Y eso es un 10% del país. Lo mismo pasa con Los Ángeles, ¿en qué pensamos?, en famosos, en estrellas, por supuesto. Pues he de desilusionarte una vez más diciéndote que eso no es más del 10% de la ciudad de LA. Que ya te lo he dicho más de una vez, que aunque no la veamos, la realidad sigue ahí. Y a veces la realidad se puede convertir en un sueño, como esto que yo estoy viviendo. Y es esto lo que ha marcado mi 2010 y marcará mi 2011 en gran parte. Porque algún día le podré contar a mis nietos que yo conseguí una beca para los 50 mejores estudiantes de Galicia en algunos de mis tiempos pasados.

Cita épica del viaje:
-Oh gosh guys, look!! The Hollywood sign is still there.
-I know mom, and i dont think its gonna move.


En realidad puedo contar con los dedos de la mano mil cosas graciosas del viaje, pero creo que no acabaría. Tampoco acabaría si quisiera poner las, literalmente, más de 1000 fotos que hemos sacado. Y sin darme cuenta ya estamos en la mitad del recorrido. Y dicen que estos seis próximos meses son los que más rápidos pasan. Ready? Steady? GO.




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