sábado, 29 de enero de 2011

Día 184: -La suerte es como el Tour de Francia, lo esperas todo el año y luego pasa rápido.

Por eso, las oportunidades hay que atraparlas deprisa, sin dudar.
Ya no me acuerdo de la última vez que me pasé por aquí, diez días aproximadamente. Pero te puedo jurar que parece que fue hace dos días la última vez que te escribí. No sé muy bien el por qué, pero esta semana se ha pasado en un abrir y cerrar de ojos. Las cosas van como siempre, no se puede decir que sean rutinarias porque cada día encuentro algo nuevo qué hacer. Las temperaturas han vuelto a subir unos pocos grados Fahrenheit y la lluvia a desaparecido esta semana, por lo tanto no hemos dudado en volver a coger las raquetas de tenis. Como comprenderás no es muy agradable jugar a dos grados y con lluvia. Pero es lo que este mes de enero nos ha deparado pretty much. Las pruebas son a finales de febrero y no te puedes imaginar las ganas que tengo. Supongo que practicar con la top 4 me ayuda a tantear el nivel, pero mis expectativas de jugar contra la number one han caido de un precipicio ayer mismo cuando la vi entrenar en la pista de al lado. Esa debería plantearse lo de ir al Roland Garros. Tampoco entiendo la rapidez de la semana porque he estado hasta arriba de exámenes, y ni si quiera son los finales todavía. Esos aparecen la semana que viene, martes y miércoles. Good thing que el lunes es festivo, me lo tomaré como día de estudio. A ver como me sienta eso, porque esta vez sí que me toca estudiar de manera seria. Sí, aquí en América. Los semestrales no me los tomo a coña. Por cierto, atención a mi proyecto de biología que tuve que entregar ayer: construir un ADN. Sí, lo que oyes. ¿Con qué? Buena pregunta, despues de estar una semana comiéndome el coco, acabé construyéndolo a base de ositos de gominolas. Y no te rías, porque la originalidad no me la quita nadie amigo. Oh, y adivina que pasa este fin de semana. Mi querida amiga Elyse se va a hacer el pasaporte, quieres adivinar para qué? Sí, yo también veo más cerca lo de que se venga a pasar unos días en verano a Vigocity. Últimamente tengo la cabeza más en el verano que en la propia realidad, eso se tiene que acabar. Pero ahora no es el momento. Me voy a hacer una maleta para el fin de semana. Yo solo digo: Millie+Marina+Belén+Seattle. Ya sabes lo bien que se me da lo de los planes de última hora. El resto tómatelo como quieras, esto va a ser legendario.
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miércoles, 19 de enero de 2011

Día 174: "Estamos en un paréntesis de nuestras vidas. ¿Qué paréntesis? Corchete".

Siempre acabo diciendo lo mismo, pero es que es verdad. A los viajes con los exchange students no les puede poner ninguna pega. Esta vez atravesamos las montañas del Eastern Washington hasta llegar a Wenatchee donde pasamos nuestro Skii Trip. No te voy a negar que era mi segunda vez esquiando y que al principio me planteé lo de no subir a telesilla. Llovía, llovía y mucho.. y la nieve no se puede decir que estuviera especialmente suave. Y para una novata como yo no eran buenas noticias. "Mira, que la vida son dos días" me dije, por lo tanto me decidí. El único problema era con quién esquiar. Una de dos, grupo de asiáticos que no habían tocado la nieve en su vida o europeos avanzados con años de experiencia. Yo como que estoy en la mitad, por lo tanto me pasé las dos primeras horas subiendo y bajando la montaña con no más compañía que mis esquís. Y ya sabes que al estar sola te pueden pasar muchas cosas, entre otras conocer a un treintañero en un telesilla mientras descubre que soy de España por mi acento y me ayuda a bajar la primera colina. "El primer día que esquié no llovía y el cielo estaba azul", le dije. "Mmmh, pues me parece que este es el otro lado de la ecuación", me contestó. Y es que creo que lo de ser independiente me empieza a gustar, puede que a encantar. Al final acabé esquiando con mi catalana favorita; la cual me llevó al freaking top of the mountain diciéndome que me veía más que preparada para bajarla. Mira, los cojones. No fue muy agradable bajar la montaña esquiando por cuestas inclinadas de más, con viento ruidoso y con niebla cubriendo el bajo de la montaña. Pero una vez más me dije, "mira, que la vida son dos días". Por lo menos no acabé en el hospital con la mano rota como mi amiga de Turquía. Pero eso es otra historia. Y para historias las de las dos españolas.. horas de telesilla, nieve, bus y hotel dan para mucho. Esto empieza a no hacer gracia, a mi que me busquen una clase de español para verano eh; despues de haber dicho "estoy forgueteando el stuff que me dijiste" me espero lo que sea. Me da que mi lengua materna empieza a perder capacidades. La guinda del pastel esta vez fue el recuentro con Bárbara la mañana del lunes en el pequeño pueblo alemán de Leavenworth.

Me estoy dando cuenta que no te cuento mis peripecias por el High School desde hace bastante. La de hoy es nueva. No sé si recuerdas aquel maldito essay sobre un caso de la corte suprema que había tenido que escribir para US history. Esperaba impaciente por saber el resultado pero también un tanto asustada al ver que el resto de la gente no tenía más que C y D. Pero para mi sorpresa, tengo que decir muy orgullosa de mí misma que he sacado una A redonda. Y la gracia esta vez no es que una estudiante estranjera les de vueltas a americanos nativos, no. La gracia esta vez es que el profesor me pidió mi essay para futuros alumnos. Como ya sabes, este país no dejará de sorprenderme hasta el último momento. Y ahora creo que es hora de irme para cama, no es que haya dormido lo suficiente ayer. Me quedé cocinando chocolate chips cookies hasta las santas once de la noche (y eso para aquí es tarde), y todo porque hoy era el cumpleaños de mi parisino preferido. Larga historia, después de casi quemar la casa y tener que coger el coche para ir al supermercado a las nueve de la noche y rehacer las galletas, todo está en orden. Menos mal que le gustaron tanto que ni compartió.. ay mi querido Will, las que me haces pasar.
Posdata: Cuando tenga el resto de las fotos, te lo haré saber.

jueves, 13 de enero de 2011

Día 167: "Im a lady in Spain I will sing a haunting refrain"

Me aburría y mucho, era una de esas típicas tardes en las que no sabes muy bien que hacer. No me preguntes cómo ni por qué pero acabé empezando a leer un libro. Y parece ser que me gusta, casi la mitad ha desaparecido en una sentada. Quién me diría a mí que acabaría leyendo libros en inglés sin problema alguno. Pero algo me dice que todavía me queda mucho que roer; aunque no te vayas a pensar que no estoy contenta con el avance hecho hasta ahora. Ha sido un salto, uno de los grandes. No quiero que suene brusco el cambio de tema, pero tengo muchas ganas de que llegue el fin de semana. Me voy a esquiar a Wenatchee con mis amigos los internacionales, esos de los que tanto oyes hablar. Pero, recuerdas quién vive en Wenatchee? Si no lo haces te lo recuerdo yo. Bárbara. Esa gallega con la que comparto el estado de Washington y que sorprendente se ha convertido en mucho más que eso a lo largo de estos meses. Por lo tanto haremos lo posible para reencontrarnos un ratito despues de cinco meses sin vernos. Además el lunes es festivo. Creo que esto no puede ir mejor. Hace no mucho que llegue a casa, puede sonar extraño pero mi amiga Marina y yo acabamos conduciendo por las carreteras cerca de la costa de por aquí cerca leyendo un libro de traducción francesa - americana. Pero no uno cualquiera, claro que no. Las dos juntas somos demasiado hiperactivas como para ponernos a leer un simple diccionario, no te preocupes. La verdad es que me sigo preguntando de dónde lo habrá sacado. Pero con esta nunca se sabe.
Talk to you soon.
La foto.. bueno.. Elyse, debe ser que se aburre en fotografía. Even though we have the class together.

domingo, 9 de enero de 2011

Día 163: Porque esas lágrimas son páginas en blanco, escribe ahora, que tienes tanto.

Lo de California ya decía yo que no era muy real; me refiero al calor. Ya sabes, lo de acostumbrarme a algo y que luego me lo quiten nunca se me ha dado bien. Parece ser que estoy de vuelta en el estado de Washington y se nota. La semana de la lluvia.. pero por algún motivo ha hecho que se pasara más deprisa. No por eso se puedo decir que haya sido la mejor semana para empezar el año. El colegio ha empezado y últimamente mi humor tiende a darse la vuelta y mirarme por encima del hombro cuando le da la gana. Supongo que tampoco ha ayudado que después de dos meses planeando con Elyse nuestro viaje a Canadá del finde que viene, estos se hayan desvanecido. Pero igual sí que es verdad que después de la tormenta siempre llega la calma. Después de uno de estos días grises, llego a casa y ¿qué es lo primero que ven mis ojos? una caja. Es increíble las pocas milésimas de segundo en las que tardé en darme en cuenta que era la caja que llevaba esperando durante un mes. Turrones, mazapanes, ropa de Zara, cartas, postales y un poquito de esa joyería que a mí tanto me gusta. El que había sido el peor día de la semana se convirtió en el mejor en apenas cuestión de segundos. Ayer me pasé por Seattle para ver la obra de teatro de Anne of Green Gables. Estuvo bien, pero el final mucho mejor. Me conoces, sabes lo mucho que me gustan los finales bonitos. Y es que entré en la sala con no más que frío y salí viendo caer copos de nieve de entre las estrellas. Son en esos momentos en los que no me importa el frío. Esos momentos en los que me paro en mitad de la calle y pienso, esta sensación sí que la echaré de menos. Resulta que a la nieve se le dio por aparecer en Oak Harbor hoy mientras volvíamos en coche de Seattle. Te prometo que no hay nada más bonito que conducir bajo la nieve escuchando a Ingrid Michaelson, Jason Mraz y Colbie Caillat.
" PD: Je ne cherche pas, je trouve "

lunes, 3 de enero de 2011

Día 157: 2011, lo que se empieza en América, se acaba en España.

Tardé tiempo. Tardé tiempo en decidir si escribir esto durante el viaje o simplemente reducirlo solo a una entrada. "Los Ángeles", pensaba. Demasiado que contar. Y en realidad, no me equivocada. Supongo que por mucho que intente recordar todo, no lo conseguiré. Como comprenderás no te voy a escribir un diario a lo Ana Frank contándote que el día 26 llegué a LAX airport, que el 31 lo pasé en Disneyland y que el 3 regresé a las tierras seattlelenses. El propósito de esto es entretenerme, y entretenerte; y creo que tengo muchas más cosas interesantes que contar que esas. Empezaré al reves, boca a bajo, como todas estas montañas rusas que he pisado estos últimos días. Lo de las campanadas, es pura tradición española, por aquí.. bien piensan que es interesante y/o ridículo; y eso lo he dado a suponer por las caras de la gente. Estábamos cenando a eso de las seis de la tarde, el menú no traia más que hamburguesas y sándwiches; ya sábes, esto es Estados Unidos. De acompañamiento podías elegir patatas fritas o fruta. Y cómo aún no había encontrado uvas y quedaban seis horas para medianoche, se me ocurrió preguntarle si tenían uvas. Me dijo que sin ningún problema. "Asegúrate de que le pongan 12" saltó mi madre americana. Claro, la pobre chica se quedó un poco frustrada, pero asintió. Lo gracioso fue ver como le acabó contando la historia de la tradición española. El caso, que las horas pasaron entre Disney y California Adventure.. entre Space Mountain y California Screamin. Mis doce uvas de la suerte en una bolsita, y mis gritos en las montañas rusas no eran los usuales, no. Lo único que se escuchaba era "my grapes, my grapes, hold my grapes!!!!". Aún hoy nos seguimos riendo. Fuimos al hotel, y a eso de las once volvimos a Disney para ver los fuegos de las 00:00. La interesante parte de la historia viene ahora. Resulta que al llegar a Disney me di cuenta de que me había olvidado las uvas en el hotel. Sí, parece ser que mi cabeza de chorlito no me abandona. Me recorrí la larga y conocida calle de Disneyland, esa que parece de cuento, tienda por tienda, buscando comida. Pero no era exactamente fruta lo que podía encontrar. De repente, pasó lo inesperado. Un pequeño puesto de fruta estaba escondido en una esquina. Y un pequeño paquete de uvas frescas se escondía entre el resto de la fruta. Esto se llama suerte y lo demás son tonterías. Claro, eso no quedó ahí. No tenía ni un solo dolar. Mi madre sacó la tarjeta y por alguna razón desconocida, no funcionaba. Solo me podía estar pasando a mí, claramente. Lo mejor es que un chico californiano de esos de 25 años de edad aparece detrás mía y me dice: ¿tienes algún problema con el dinero?, y mientras me da un billete de 5 dólares me dice "tómatelo como un regalo, venga, que es año nuevo". Y desapareció entre la multitud. Yo no sé quién se quedó más petrificada, si yo o la señorita del puesto. El caso es que conseguí mis uvas y me las tomé en los últimos segundos del año mientras me grababan. Y así empecé mi nuevo 2011, después de tener un trenta y uno de diciembre con unas pocas de lágrimas en los ojos y pensando qué cojones hacía yo en América. El caso es que este viaje dio para mucho más que marcarme propósitos del nuevo año. Hannah y yo hemos decidido que crearemos algo que nos va a hacer ricas. Porque vamos a vivir en Beverly Hills, lo tenemos claro. Vamos a tener en nuestra posesión alguna de esas casas que hemos visto por los vecindarios más ricos de todo Hollywood y Malibú. Casas como las de Michael Jackson, Jennifer Aniston, Madonna o Tom Cruise. También nos hemos planteado que algún día llegaremos a estudiar en la Pepperdine University. Una universidad privada muy cerca de las playas de Malibú en la que se grabó la serie Zoey 101, en esta conocida universidad que se hace pasar por PCA en la serie. Supongo que los sueños seguirán creciendo, pero mientras.. otros se van haciendo realidad. Caminar por el paseo de la fama en Hollywood y ver todas las estrellas de cantantes y actores en los suelos era una de esas cosas que pensé que nunca haría en mi vida. Recorrerme los verdaderos Warner Brothers Studios en una visita VIP tampoco estaba dentro de mis planes. La verdad es que ver cómo se graba Las Chicas Gilmore o Pretty Little Liars, estar en la misma cafetería de la serie Friends o que te cuenten cómo rodaron partes de películas como Indiana Jones o Inception fue como estar soñando también. Y que si a todo esto le sumas que te cuenten pequeños secretos de Gossip Girl.. ya no sé que más se puede pedir. Lo que nunca pensé fue que buscando la casa de Madonna por las inclinadas colinas de Hollywood acabaría encontrando las propias letras que forman la palabra Hollywood, la verdad es que Madonna podría tener buenas vistas desde su cocina. Pasando a otra cosa, quién me diría a mí que me tomaría un Starbucks en Beverly Hills, en pleno Rodeo Drive, haciéndome pasar por una chica con nombre Claire. También he de decirte que los protagonistas de la serie Drake&Josh de Nickelodeon estaban en mi mismo hotel Hilton en Beverly. Creo que esto está siendo como una bomba de ideas, las líneas casi se están escribiendo solas. Los días en Disneyland y California Adventure, son, como las películas Disney dicen, un cuento de hadas. Y subirme 2, 3 o 7 veces a las mismas atracciones lo han definido. Aunque recuerdo que mi ilusión era bastante más grande cuando, con 11 años, fui a Disneyland Paris. Y hablando de parque de atracciones, también fui a uno llamado Knottsberry Farm. Es el primer parque temático abierto en los Estados Unidos, y me llevaron engañada pensando que íbamos a la granja más famosa de California. No.. si cuando te dije que tenía historias para dar y tomar no estaba mintiendo. Ya sabes que los europeos pensamos en EEUU como New York, Chicago y San Francisco. Y eso es un 10% del país. Lo mismo pasa con Los Ángeles, ¿en qué pensamos?, en famosos, en estrellas, por supuesto. Pues he de desilusionarte una vez más diciéndote que eso no es más del 10% de la ciudad de LA. Que ya te lo he dicho más de una vez, que aunque no la veamos, la realidad sigue ahí. Y a veces la realidad se puede convertir en un sueño, como esto que yo estoy viviendo. Y es esto lo que ha marcado mi 2010 y marcará mi 2011 en gran parte. Porque algún día le podré contar a mis nietos que yo conseguí una beca para los 50 mejores estudiantes de Galicia en algunos de mis tiempos pasados.

Cita épica del viaje:
-Oh gosh guys, look!! The Hollywood sign is still there.
-I know mom, and i dont think its gonna move.


En realidad puedo contar con los dedos de la mano mil cosas graciosas del viaje, pero creo que no acabaría. Tampoco acabaría si quisiera poner las, literalmente, más de 1000 fotos que hemos sacado. Y sin darme cuenta ya estamos en la mitad del recorrido. Y dicen que estos seis próximos meses son los que más rápidos pasan. Ready? Steady? GO.