Las luces de navidad siguen invadiendo esto. Las películas de navidad no dejan de aparecer en la tele. Los canales de música navideña de la radio empiezan a tocarme las narices. El conocido estrés de qué comprar también es apreciable en este lado del mundo. Supongo que la navidad ya ha llegado, y ni si quiera me he dado cuenta. Sin querer, estoy de vuelta en una de las temporadas del año que más me gustan. Pero esta vez no es como siempre. Al principio creía a los que decían que la navidad sería la época más dura, por lo de estar lejos de tu familia y eso. Dejé de creerlo hace un tiempo. Aún ayer me quedaba sorprendida pensando en lo poco que me está afectando pasar las vacaciones navideñas fuera de España, pero también pensando en lo mucho que me gustaría estar allí. Puede que el día de navidad rectifique todo lo dicho aquí, pero por ahora no hay señal de eso. Como dirían aquí "almost halfway through", me refiero a lo de los meses, no queda mucho para llegar a la mitad del recorrido. El no haberme sumergido en esta aventura hubiera sido el mayor error de mi vida, sin lugar a dudas. Ya sabes que llevo pensando eso mucho tiempo, pero el viernes me di todavía mas cuenta de ello. Fue el último día de clase en los Estados Unidos para mi amiga de Bruselas, mi querida Flo. Joder, lo que daría para que se quedara el resto del año, pero no.. esta es su última semana aquí. Recién cumplidos los 18 se vuelve a su lugar de origen, pero no sin haber planeado primero mi viaje a Bruselas el verano que viene. Y hablando de países, el sábado tuve fiesta navideña con los estudiantes de intercambio, esta vez me llevé a mi amigo el parisino conmigo; yo no sé en que estaría pensando el año pasado para no coger francés. Mi próximo gol: cuando tenga el inglés finiquitado, me uno a lengua francesa. Cambiando un poco de tema, creo que hace tiempo que no te cuento ninguna de mis experiencias con la sabiduría americana. Resulta que el otro día el de historia nos mandó encontrar México, Japón, Alemania y Austria en un mapamundi. Evidentemente, el tiempo que tardé fue el de coger el lápiz y escribir. Pero aquí creo que les costo un poco más. Quince minutos para ser exactos, quince minutos dandole vueltas a una bola del mundo. En mitad del trance no pude evitar soltar una pequeña risilla en medio de clase. Quien dice risilla, dice carcajada. Me debieron de tomar por loca, porque no se enteraron muy bien de que me estaba riendo. La gota que colmó el vaso fue el "tío, no encuentro Alemania, es muy pequeña". Ahí sí que salté: "mira, pequeña será Andorra amigo". Las caras de ignoracia hicieron el resto.
Desde el 29 de julio de 2010 hasta el 30 de junio de 2011 habrá muchas cosas que contar, supongo.. Y todas esas cosas, tendrán un rincón. Veremos que me depara mi estancia en el Estado de Washington, USA.
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