viernes, 8 de abril de 2011

Día 256: Hawaii.. Bombay.. son dos paraisos.

No me he olvidado de esto ni un pelo, no te creas que me estoy deshabituando a esto de contarte mis aventuras por este lado del mundo. En realidad mi propósito de escribirte ayer fue fallido, podría decirse que la tarde se complicó despues de que me desmayara. No, no estoy de coña, fue un tanto extraño. Pero dejándolo a un lado, supongo que ha llegado la hora de intentar juntar palabras para hablarte de Hawaii. Muy orgullosa, podría ponerle el título de "estoy negra" a esto; no sé muy bien por qué he escrito lo de Hawaii Bombay son dos paraisos. Será el simple hecho de que Marina se haya obsesionado con la canción de Mecano. Ahora te gustará saber por qué soy tan negativa. Bueno, he de decirte que he encontrado sitios mejores sin salir de la Península Ibérica. Con esto no estoy diciendo ni mucho menos que me haya desagradado ir al lugar de ensueño de todo europeo. No, no rotundo. Por supuesto que me ha encantado y ha sido una experiencia increíble; pero esto es mi vida, y trato de ser lo más realista posible. Claro que, ir a Hawaii es cual paraiso para cualquier americano; pero vuelvo a recalcar como tú muy bien sabes que yo no soy uno de ellos ni por asomo. Bueno, igual un poco, para qué negarlo; pero eso es otro tema. Me desvío. Creo que ha sido el hecho de las altas temperaturas lo que me ha recordado que existe sol más allá de las fronteras de Seattle. La civilización se encuentra detrás de todas esas flores hawaiianas y tablas de surf, podría bautizarlo como Empire State of Sun. Parece increíble como la grande ciudad de Honolulu se pueda encontrar en la pequeña isla de Oahu. Me di cuenta de lo pequeña que era cuando fuimos a visitar Pearl Harbor, en media hora cruzamos más de un cuarto de la isla. Ah, y mejor lo suelto ya que aún se me va a olvidar lo mejor: he surfeado en Hawaii. Ahora ya me puedo sentir importante para el resto de mi vida. El instructor se pensó que mi nombre era Melon las dos horas que estuvimos en el agua; que confundan mi nombre con el de una fruta ya es lo último. Pero bueno.. al fin y al cabo mereció la pena. Pero como dijo mi querido padre "ahora a vivir de recuerdos". Y obviamente a disfrutar de mi moreno, por supuesto. Para qué mentir, me encanta que me recuerden lo conguito que estoy en cada rincón del colegio. Mañana es Tolo, el baile informal de primavera. Lo creas o no, me apetece ir de nuevo a uno de estos bailes americanos. Aquí se motivan todos, pero ya sabes.. no están del todo familiarizados con la palabra fiesta. Ocho de abril. Lo de las fechas nunca se me ha dado bien, pero el cumpleaños de mi hermano es obviamente imposible de olvidar. Catorce años el enano este, tócate un pie, ahora entiendo por qué el tiempo pasa tan deprisa. Felicidades Poli. Nos vemos en TRECE días. So freaking excited.











































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